Lectura 1
Gino Longo “Características del conocimiento científico”
Longo parte de la definición de ciencia de J. Schumpeter “…cualquier tipo de conocimiento que haya sido objeto de esfuerzos conscientes para perfeccionarlo. Estos esfuerzos producen hábitos mentales y un dominio de los hechos descubiertos por esas técnicas”.
Definición que califica de formal por la acuse de influencia (en el plano metodológico) de mach y de Avenarius. Tendencia en la que Longo nos dice es típico el refugio en el puro empirismo mientras que en el resto de aspectos son más dualistas (tipo neokantiano).
Longo considera útil el pensamiento de Schumpeter siempre que se permanezca en el terreno empírico y acepta su definición a condición de profundizar en el concepto de conocimiento.
En primer lugar afirma que la finalidad del conocimiento (y, por tanto, de la investigación científica) consiste en descubrir las leyes del universo empírico que nos rodea.
Este conocimiento constará siempre de:
1. Una descripción y explicación de la realidad.
2. La exigencia de que la realidad objetiva sea explicada a partir de ella misma sin introducir nada que no pertenezca a tal realidad (“La ciencia más que explicar el mundo debe comprenderlo”)
La aplicación de este principio conduce al materialismo filosófico, según Longo, y así, el materialismo llevado hasta sus últimas consecuencias lógicas, constituye la primera concepción del mundo basada total y exclusivamente en la ciencia.
3. Y, por último, el conocimiento científico es únicamente una parte de la actividad humana, uno de sus muchos aspectos y por ello nunca es un fin en sí mismo. Dice ”el hombre desea conocer el mundo para poderlo modificar de acuerdo con sus exigencias y necesidades.
Longo explica cómo este principio conduce además a la relación entre conocimiento y acción, que esquematiza como:
· Actividad cognoscitiva – cognición e interpretación
de la realidad – praxis destinada a modificar
tal realidad
Finalmente, destaca como diferencia importante que la praxis, para su éxito ha de ser colectiva y, sin embargo, la investigación tiene un carácter individual (puede coordinar su acción con la de los demás pero no su pensamiento) aunque ambos sean fenómenos sociales.
Lectura 3
Manuel Sacristán “Qué es la concepción del mundo”
Sacristán desarrolla su respuesta en base a la relación entre la concepción del mundo y la ciencia positiva.
En primer lugar, aclara que, a diferencia de la concepción de ciencia, la del mundo no es un conocimiento sino una serie de principios que dan razón a la conducta de un sujeto y que se encuentran explícitos en la cultura de la sociedad. Sociedad que generalmente ya contiene una serie de afirmaciones sobre la naturaleza del mundo físico y de la vida.
En segundo lugar, remite a los aspectos formales de ambas y, detalla las causas por las que la pretensión de la filosofía sistemática termina por caducar con la constitución del conocimiento científico positivo en la Edad Moderna, caracterizado por su intersubjetividad y su capacidad de posibilitar previsiones exactas (sistema filosófico de la historia de Hegel).
Hablará también de una concepción del mundo que toma a la ciencia como único cuerpo de conocimiento real y que se encuentra por delante y por detrás de la investigación positiva, es decir, que intentará construirse de acuerdo con la marcha y resultados de la investigación positiva y, a la vez, inspirará dicha investigación.
La concepción marxista del mundo (“concepción materialista y dialéctica del mundo”), afirma, está movida por la aspiración a terminar con la obnubilación de la conciencia y la presencia en la conducta humana de factores no reconocidos o idealizados. Lo cual indica que se trata de una concepción del mundo explícita.
La liberación de la conciencia presupone la liberalización de la práctica lo cual lleva a un segundo rasgo importante de la concepción marxista y que consiste en que no puede considerar sus elementos explícitos como un sistema de saber superior al positivo. Según Engels el nuevo materialismo “no es una filosofía sino una simple concepción del mundo que tiene que sostenerse y actuarse no en una sustantiva ciencia de la ciencia sino como un nivel de pensamiento científico, es decir, no existe conocimiento “aparte”, por encima del positivo. Por tanto, al ser la ciencia real el principio de partida y de llegada, la concepción del mundo no puede querer más que explicitar la motivación de la ciencia misma (motivación inmanentista).
La concepción marxista del mundo se basa en el postulado de inmanentismo (el mundo debe explicarse por sí mismo) y cuyos dos principios fundamentales son el materialismo y la dialéctica.
Sacristán apunta que la ciencia positiva realiza el principio del materialismo a través de un metodología analítico-reductiva con la eliminación de factores irracionales en la explicación del mundo, limitándose en lo esencial al manejo de las relaciones cuantitativas pues permite penetrar muy material y eficazmente en la realidad con el planteamiento de preguntas exactas posibilitando así la formación de conceptos más adecuados y generales posteriormente anunciados como leyes.
Sacristán concluye que, aunque la ciencia no suministre los conceptos en su totalidad y consistencia concreta, el cambio del pensamiento dialéctico desempeñará esa función (la de las totalidades concretas) – “la verdad es el todo” Hegel- recuperando lo concreto sin hacer intervenir más datos que los materialistas del análisis reductivo.
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