lunes, 28 de noviembre de 2011

Resumen "1984" G.Orwell


George Orwell nos relata en esta historia de “ciencia ficción” la vida de dos personajes y su relación bajo un severo estado totalitario.
La historia discurre en la ciudad de Londres, sita en Oceanía (uno de los tres macroestados en que se divide el mundo, junto con Eurasia y Asia Oriental) y donde se ha llegado a la perfección política y social. El líder y dirigente de todo es el Gran Hermano y a través de un único partido controla y vigila la nación de Oceanía donde se encuentran los personajes principales del libro. Todos los habitantes están sujetos a unas severas normas de obediencia y su incumplimiento o la rebelión supone un grave delito que puede ser pagado incluso con la muerte.
La ideología del partido único la llama INGSOC (socialismo inglés), que describe como una ideología de control y manipulación tal que no permite el menor atisbo de libertad en las personas.
El personaje principal, Winston Smith, forma parte del partido y trabaja en el Ministerio de la verdad en el cual se dedica a cambiar artículos de periódicos del pasado en favor del partido, sin embargo, Winston es disiente con su doctrina. Es una persona reflexiva y crítica  y por ello desea indagar sobre la forma de vida anterior a la revolución, pues ese totalitarismo ha sido implantado tras una revolución de la población contra el sistema capitalista.
Winston es un personaje entristecido pues comprender la forma de vida de dicha sociedad, en la cual no encuentra sentido alguno, más que el afán del poder absoluto a costa de todo valor humano.
El partido se organiza en cuatro ministerios (el de la verdad, dedicado a la difusión de las noticias y la educación, el de la abundancia, que trata los aspectos económicos, el de la paz, dedicado a los asuntos de la guerra y, por último, el del amor, encargado de las leyes) que son los responsables del control y la modificación de cualquier conducta o acción que pueda perjudicar al partido y su doctrina. Winston trabaja en el Miniver, el de la información, la educación y las bellas artes y como miembro del partido es vigilado por unas telepantallas que captan tanto imágenes como sonidos. 
Pero Winston llega un punto en el que ya no puede más y decide rebelarse, y lo hará junto con Julia, una mujer también miembro del partido de la que se enamora y con la que vive la segunda parte de la novela. Se citan a escondidas en una habitación alquilada y se afilian a la Hermandad, asociación que intenta conspirar contra el partido, e intentan conseguir el libro de Goldstein de la Hermandad. Sin embargo, todo esto no resulta ser más que una tapadera para detener a los disidentes y, finalmente, Winston es capturado y sometido a torturas tanto físicas como psíquicas con el fin de corregir sus sentimientos hacia el partido y el Gran Hermano.

jueves, 17 de noviembre de 2011

¿En qué consiste ser de izquierdas?

En su edición de noviembre Le monde diplomatique edita un artículo que titula “¿Qué significa ser de izquierdas?”, que me ha parecido muy apropiado comentar aquí con motivo de las elecciones generales que se celebrarán dentro de tres días y, por los tiempos convulsos y confusos (en lo político e ideológico) que nos han tocado vivir.
Durante años, muchos se han hecho esta pregunta, sin embargo, parece ser hoy día más acuciante que nunca dar con su respuesta teniendo en cuenta los acontecimientos que estamos viviendo. Hay quien piensa que la importancia de esta respuesta se debe también a esa crisis de identidad que pueda estar atravesando la izquierda (tanto en el terreno de las ideas como en el de la práctica política). Y es que, una de las claves de las políticas de recortes que países como Grecia, Portugal, y España han tenido que llevar a cabo, se han realizado a través de gobiernos socialistas, sometidos por el acordado “Pacto de estabilidad y crecimiento” en la zona Euro. El objetivo era el de prevenir la aparición de un déficit presupuestario excesivo tras la entrada en vigor del la moneda única y así, garantizar una gestión sana de la Hacienda Pública en la eurozona para evitar que políticas presupuestarias laxas penalicen a los otros a través de los tipos de interés y, de esta manera, proporcionar confianza a la estabilidad económica de Europa.
No obstante, los acuerdos suelen estar adornados de palabras biensonantes pero, es importante preguntarse también aquí cuál es el coste de todo esto, ya que el pacto de estabilidad y crecimiento en periodo de crisis asfixia una estrategia voluntarista de lucha contra el paro y, así, países como España, con la tasa de paro más alta de la eurozona, le resulta tan complicado idear políticas que favorezcan la creación de empleo. Y, además, al haber sido un gobierno socialista el que ha estado en el poder en esta infortunada época, muchos de sus simpatizantes dudan de la identidad real de un partido supuestamente de izquierdas; transformación que muchos califican de irreversible por el aburguesamiento de los socialistas europeos y el alejamiento de éstos del mundo obrero.
Pero volvamos a la pregunta inicial, ¿en qué consiste ser de izquierdas?. Quizás lo más sencillo sea comenzar por una distinción entre la izquierda y la derecha que permita eventualmente definirla de manera “genérica”.
-Desde un punto de vista histórico, la izquierda se asocia con la idea de innovación y cambio y, la derecha, con la tradición y la conservación (aunque los fascismos mostraron que también podía haber revoluciones de derechas).
-Desde el punto de vista del valor de la libertad, la derecha actual se proclama defensora de la libertad frente al Estado y otras ataduras políticas, mientras que la izquierda apela un sentido de libertad distinto, una libertad como emancipación humana, una liberación respecto de cualquier subordinación o dependencia política, social o económica.
-Desde el punto de vista del valor de la igualdad, desde su origen, la izquierda ha puesto el acento en la igual condición de todos los seres humanos, mientras que la derecha ha defendido lo contrario, la idea de que los seres humanos somos naturalmente desiguales, o bien no ha prestado mucha atención a este valor fundamental. Ciertamente, esta noción de igualdad también ha cambiado con el tiempo: ahora se tienen más cuidado que antes en aclarar que igualdad no quiere decir uniformidad o que la igualdad no se plantea por oposición a la diversidad. Por esa razón, como ha sucedido en materia de género, se utiliza con bastante frecuencia la idea de equidad, para enfatizar que se trata de igual condición de seres humanos que son claramente distintos.[1]
Una de las explicaciones de concepto de izquierda viene, de este modo, de la articulación existente entre igualdad y libertad orientada hacia la emancipación de los seres humanos. Esta articulación no alude a la ausencia de diversidad, ni tampoco a la erradicación forzada de las diferencias vitales, sino más bien, a la operativización de los valores de la igualdad y libertad en el sentido de lucha contra la desigualdad existente y actuación contra la opresión de la libertad que supone con frecuencia la libertad de acción de los más poderosos. Es decir, exige justicia social y democracia en los distintos niveles de las relaciones entre los seres humanos.

           Santiago Alba Rico, en el artículo de Le Monde diplomatique, de una izquierda revolucionaria en el ámbito económico, reformista en el orden institucional y conservadora en el orden antropológico.
En lo económico, habla de la conciencia de que el capitalismo es imparable e irreformable por la indiferencia frente a sus límites y la imposibilidad estructural de ralentizarlo. Y que, por tanto, ser de izquierdas implica concebir un régimen altercapitalista en el que los procesos de producción y distribución permitan el acceso universal a los bienes colectivos, generales y universales.
En la parte que dedica al “conservadurismo antropológico”, Alba Rico habla de un hombre sin protección material y sin recursos ético-culturales como fruto del orden capitalista y el mercado libre. Así concluye hablando de una izquierda que significa cuidados, cuidados que dice solo son posibles en otro orden económico y en un marco democrático de instituciones públicas.





[1] www.flacso.or.cr/fileadmin/documentos/FLACSO/Ano_2008/Cuaderno_147_Izquierda.pdf




sábado, 5 de noviembre de 2011

Resúmenes lecturas 1 y 3


Lectura 1
Gino Longo “Características del conocimiento científico”

Longo parte de la definición de ciencia de J. Schumpeter “…cualquier tipo de conocimiento que haya sido objeto de esfuerzos conscientes para perfeccionarlo. Estos esfuerzos producen hábitos mentales y un dominio de los hechos descubiertos por esas técnicas”.
Definición que califica de formal por la acuse de influencia (en el plano metodológico) de mach y de Avenarius. Tendencia en la que Longo nos dice es típico el refugio en el puro empirismo mientras que en el resto de aspectos son más dualistas (tipo neokantiano).

Longo considera útil el pensamiento de Schumpeter siempre que se permanezca en el terreno empírico y acepta su definición a condición de profundizar en el concepto de conocimiento.
En primer lugar afirma que la finalidad del conocimiento (y, por tanto, de la investigación científica) consiste en descubrir las leyes del universo empírico que nos rodea.
Este conocimiento constará siempre de:
1. Una descripción y explicación de la realidad.
2. La exigencia de que la realidad objetiva sea explicada a partir de ella misma sin introducir nada que no pertenezca a tal realidad (“La ciencia más que explicar el mundo debe comprenderlo”)
La aplicación de este principio conduce al materialismo filosófico, según Longo, y así, el materialismo llevado hasta sus últimas consecuencias lógicas, constituye la primera concepción del mundo basada total y exclusivamente en la ciencia.
3. Y, por último, el conocimiento científico es únicamente una parte de la actividad humana, uno de sus muchos aspectos y por ello nunca es un fin en sí mismo. Dice ”el hombre desea conocer el mundo para poderlo modificar de acuerdo con sus exigencias y necesidades.
Longo explica cómo este principio conduce además a la relación entre conocimiento y acción, que esquematiza como:
·      Actividad cognoscitiva – cognición e interpretación
de la realidad – praxis destinada a modificar
tal realidad

Finalmente, destaca como diferencia importante que la praxis, para su éxito ha de ser colectiva y, sin embargo, la investigación tiene un carácter individual (puede coordinar su acción con la de los demás pero no su pensamiento) aunque ambos sean fenómenos sociales.

Lectura 3
Manuel Sacristán “Qué es la concepción del mundo”

Sacristán desarrolla su respuesta en base a la relación entre la concepción del mundo y la ciencia positiva.
En primer lugar, aclara que, a diferencia de la concepción de ciencia, la del mundo no es un conocimiento sino una serie de principios que dan razón a la conducta de un sujeto y que se encuentran explícitos en la cultura de la sociedad. Sociedad que generalmente ya contiene una serie de afirmaciones sobre la naturaleza del mundo físico y de la vida.

En segundo lugar, remite a los aspectos formales de ambas y, detalla las causas por las que la pretensión de la filosofía sistemática termina por caducar con la constitución del conocimiento científico positivo en la Edad Moderna, caracterizado por su intersubjetividad y su capacidad de posibilitar previsiones exactas (sistema filosófico de la historia de Hegel).

Hablará también de una concepción del mundo que toma a la ciencia como único cuerpo de conocimiento real y que se encuentra por delante y por detrás de la investigación positiva, es decir, que intentará construirse de acuerdo con la marcha y resultados de la investigación positiva y, a la vez, inspirará dicha investigación.

La concepción marxista del mundo (“concepción materialista y dialéctica del mundo”), afirma, está movida por la aspiración a terminar con la obnubilación de la conciencia y la presencia en la conducta humana de factores no reconocidos o idealizados. Lo cual indica que se trata de una concepción del mundo explícita.
La liberación de la conciencia presupone la liberalización de la práctica lo cual lleva a un segundo rasgo importante de la concepción marxista y que consiste en que no puede considerar sus elementos explícitos como un sistema de saber superior al positivo. Según Engels el nuevo materialismo “no es una filosofía sino una simple concepción del mundo que tiene que sostenerse y actuarse no en una sustantiva ciencia de la ciencia sino como un nivel de pensamiento científico, es decir, no existe conocimiento “aparte”, por encima del positivo. Por tanto, al ser la ciencia real el principio de partida y de llegada, la concepción del mundo no puede querer más que explicitar la motivación de la ciencia misma (motivación inmanentista).
La concepción marxista del mundo se basa en el postulado de inmanentismo (el mundo debe explicarse por sí mismo) y cuyos dos principios fundamentales son el materialismo y la dialéctica.
Sacristán apunta que la ciencia positiva realiza el principio del materialismo a través de un metodología analítico-reductiva con la eliminación de factores irracionales en la explicación del mundo, limitándose en lo esencial al manejo de las relaciones cuantitativas pues permite penetrar muy material y eficazmente en la realidad con el planteamiento de preguntas exactas posibilitando así la formación de conceptos más adecuados y generales posteriormente anunciados como leyes.
Sacristán concluye que, aunque la ciencia no suministre los conceptos en su totalidad y consistencia concreta, el cambio del pensamiento dialéctico desempeñará esa función (la de las totalidades concretas) – “la verdad es el todo” Hegel- recuperando lo concreto sin hacer intervenir más datos que los materialistas del análisis reductivo.