jueves, 17 de noviembre de 2011

¿En qué consiste ser de izquierdas?

En su edición de noviembre Le monde diplomatique edita un artículo que titula “¿Qué significa ser de izquierdas?”, que me ha parecido muy apropiado comentar aquí con motivo de las elecciones generales que se celebrarán dentro de tres días y, por los tiempos convulsos y confusos (en lo político e ideológico) que nos han tocado vivir.
Durante años, muchos se han hecho esta pregunta, sin embargo, parece ser hoy día más acuciante que nunca dar con su respuesta teniendo en cuenta los acontecimientos que estamos viviendo. Hay quien piensa que la importancia de esta respuesta se debe también a esa crisis de identidad que pueda estar atravesando la izquierda (tanto en el terreno de las ideas como en el de la práctica política). Y es que, una de las claves de las políticas de recortes que países como Grecia, Portugal, y España han tenido que llevar a cabo, se han realizado a través de gobiernos socialistas, sometidos por el acordado “Pacto de estabilidad y crecimiento” en la zona Euro. El objetivo era el de prevenir la aparición de un déficit presupuestario excesivo tras la entrada en vigor del la moneda única y así, garantizar una gestión sana de la Hacienda Pública en la eurozona para evitar que políticas presupuestarias laxas penalicen a los otros a través de los tipos de interés y, de esta manera, proporcionar confianza a la estabilidad económica de Europa.
No obstante, los acuerdos suelen estar adornados de palabras biensonantes pero, es importante preguntarse también aquí cuál es el coste de todo esto, ya que el pacto de estabilidad y crecimiento en periodo de crisis asfixia una estrategia voluntarista de lucha contra el paro y, así, países como España, con la tasa de paro más alta de la eurozona, le resulta tan complicado idear políticas que favorezcan la creación de empleo. Y, además, al haber sido un gobierno socialista el que ha estado en el poder en esta infortunada época, muchos de sus simpatizantes dudan de la identidad real de un partido supuestamente de izquierdas; transformación que muchos califican de irreversible por el aburguesamiento de los socialistas europeos y el alejamiento de éstos del mundo obrero.
Pero volvamos a la pregunta inicial, ¿en qué consiste ser de izquierdas?. Quizás lo más sencillo sea comenzar por una distinción entre la izquierda y la derecha que permita eventualmente definirla de manera “genérica”.
-Desde un punto de vista histórico, la izquierda se asocia con la idea de innovación y cambio y, la derecha, con la tradición y la conservación (aunque los fascismos mostraron que también podía haber revoluciones de derechas).
-Desde el punto de vista del valor de la libertad, la derecha actual se proclama defensora de la libertad frente al Estado y otras ataduras políticas, mientras que la izquierda apela un sentido de libertad distinto, una libertad como emancipación humana, una liberación respecto de cualquier subordinación o dependencia política, social o económica.
-Desde el punto de vista del valor de la igualdad, desde su origen, la izquierda ha puesto el acento en la igual condición de todos los seres humanos, mientras que la derecha ha defendido lo contrario, la idea de que los seres humanos somos naturalmente desiguales, o bien no ha prestado mucha atención a este valor fundamental. Ciertamente, esta noción de igualdad también ha cambiado con el tiempo: ahora se tienen más cuidado que antes en aclarar que igualdad no quiere decir uniformidad o que la igualdad no se plantea por oposición a la diversidad. Por esa razón, como ha sucedido en materia de género, se utiliza con bastante frecuencia la idea de equidad, para enfatizar que se trata de igual condición de seres humanos que son claramente distintos.[1]
Una de las explicaciones de concepto de izquierda viene, de este modo, de la articulación existente entre igualdad y libertad orientada hacia la emancipación de los seres humanos. Esta articulación no alude a la ausencia de diversidad, ni tampoco a la erradicación forzada de las diferencias vitales, sino más bien, a la operativización de los valores de la igualdad y libertad en el sentido de lucha contra la desigualdad existente y actuación contra la opresión de la libertad que supone con frecuencia la libertad de acción de los más poderosos. Es decir, exige justicia social y democracia en los distintos niveles de las relaciones entre los seres humanos.

           Santiago Alba Rico, en el artículo de Le Monde diplomatique, de una izquierda revolucionaria en el ámbito económico, reformista en el orden institucional y conservadora en el orden antropológico.
En lo económico, habla de la conciencia de que el capitalismo es imparable e irreformable por la indiferencia frente a sus límites y la imposibilidad estructural de ralentizarlo. Y que, por tanto, ser de izquierdas implica concebir un régimen altercapitalista en el que los procesos de producción y distribución permitan el acceso universal a los bienes colectivos, generales y universales.
En la parte que dedica al “conservadurismo antropológico”, Alba Rico habla de un hombre sin protección material y sin recursos ético-culturales como fruto del orden capitalista y el mercado libre. Así concluye hablando de una izquierda que significa cuidados, cuidados que dice solo son posibles en otro orden económico y en un marco democrático de instituciones públicas.





[1] www.flacso.or.cr/fileadmin/documentos/FLACSO/Ano_2008/Cuaderno_147_Izquierda.pdf




No hay comentarios:

Publicar un comentario