martes, 18 de octubre de 2011

Ensayo 1er día

En nuestro 1er día se nos invita a reflexionar en grupo sobre experiencias positivas y experiencias negativas. Tema que exprimimos hasta llegar al denominador común de que cualquier aprendizaje merece siempre la pena. En mi opinión, si nos ceñimos al estrictamente académico, sin duda, aquel que nos llega a través de un excelente profesor, compensa cualquier esfuerzo por grande que sea, y con ello me refiero a los auténticos malabares que muchos tenemos que hacer para compatibilizar la universidad con el trabajo, la familia, los amigos, el ocio, etc. Pero cuando eso sucede, ya lo creo que merece la pena, cuando uno se sumerge casi inconscientemente en una buena clase, cuando determinadas explicaciones te transportan a un estadio más próximo a conocer la realidad que te rodea, o simplemente iluminan espacios que antes se presentaban opacos.

Yo quise destacar una experiencia, en este caso extra académica, que para mi fue de capital importancia. Una experiencia que, sin embargo, no solo me permitió conocer el exterior, aquello que me rodeaba, sino también mi interior, a mí misma. Fueron aproximadamente cuatro años, de los cuales, uno viví en Francia y tres en Inglaterra. Dicha experiencia, además de valerme para aprender idiomas, fue especialmente enriquecedora, no solo por la intensidad con la que sucedía todo y la cantidad de personas a las que encontré, sino por todo lo que aquello aportó a mi manera de mirar el mundo.

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